Perfil recomendado
Generosidad y capacidad de ayuda a los demás
El estudiante de Medicina sabe que su existencia se justifica en la medida en que su conocimiento puede ser de ayuda para los demás.
El estudiante de Medicina es generoso con sus conocimientos y, por eso, siempre quiere saber más. Es generoso con su tiempo y lo invierte tanto en sí mismo como en los otros, siempre intentando mejorar. Un excelente médico con una excelente capacidad y práctica clínicas en una isla desierta no tiene sentido alguno.
El estudiante de Medicina es ecuánime y sabe ponderar las situaciones, eligiendo aquellos compromisos que mejor sirven a su objetivo final de ayudar a los demás, evitando que en el proceso salgan dañadas terceras personas.
Sentido ético elevado
Para un estudiante de Medicina los compañeros de estudios son sus futuros compañeros de profesión y ayudarles en todo lo posible es prioritario. Pero un estudiante de Medicina sabe que nadie, ni compañeros ni profesores, están por encima de la Medicina en sí misma, por lo que no colabora con acciones o actitudes que puedan suponer un menoscabo para la Medicina o la formación médica de los estudiantes de Medicina.
A un estudiante de Medicina le preocupa más no saber, que sacar buenas notas. Las notas deben reflejar el conocimiento del alumno. Copiar o hacer trampas en un examen es hacer trampas con su conocimiento médico y hacerle trampas a sus futuros pacientes. El fraude no tiene cabida en nuestra Facultad.
Para un estudiante de Medicina todos los seres humanos son iguales, independientemente de sus ideas políticas, de su religión, de su situación económica, de su simpatía o antipatía, o de su bondad o maldad. Nuestra profesión está dedicada al ser humano que sufre y en la Facultad se aprende a detectar ese sufrimiento, a conocer lo que se sabe de él, a investigar lo que no se sabe, a curarlo, a aliviarlo o a acompañarlo.
Buena comunicación y comprensión interpersonal
El estudiante de Medicina estudia las causas de las enfermedades y los efectos que tienen en los seres humanos que las padecen. Pero también tiene que aprender a conocer y dirigir las emociones que generan. La vida diaria del estudiante de Medicina es una fuente continua de formación para el futuro médico que ha de ser. Compartir alegrías y tristezas, dar consuelo y comprensión, aconsejar y acompañar son herramientas que se obtienen tanto dentro como fuera de las aulas.
Mucha constancia y dedicación en el trabajo
Cada generación de médicos añade un hito más al saber médico, que con el tiempo se va haciendo inabarcable. El estudiante de Medicina tiene que estudiar y trabajar para conseguir tener los conceptos adecuados necesarios para poder encajar en ellos los conocimientos nuevos que son clave y a los que su tiempo le enfrentará. Por eso el estudiante de Medicina sabe que su trabajo no termina al salir de la Facultad. Los médicos son estudiantes de Medicina toda su vida.